jueves, 10 de septiembre de 2015

Álvaro Delgado y su visión del hombre

Desde el 1 de septiembre la Sala de Exposiciones del Palacio de Pimentel acoge la obra de Álvaro Delgado, bajo el sugerente título "Fabulador del hombre". Los títulos de las exposiciones, a veces, son bastante indicativos de lo que vamos a ver como sucede en este caso.
"Leda y el cisne" (2014)
Álvaro Delgado es un artista con una trayectoria muy extensa (nació en 1922 y en la actualidad sigue en activo) pero siempre dentro del Expresionismo, un movimiento, que así a grandes rasgos, buscaba expresar sentimientos a través de colores no convencionales. La obra expresionista más destacada seria "El grito" de Edward Munch. Van Gogh, Gauguin o Picasso, también utilizaron el color de manera menos convencional, las etapas rosa, azul o negra de el artista malagueño seria un ejemplo, pero también los retratos que realizó a sus numerosas amantes, a través de los cuales intenta transmitirnos la personalidad de cada una de ellas. Bueno pues algo parecido hará Delgado. Los colores son fuertes, rojos, azules, verdes, colores que en la mayoría de sus obras van formando las composiciones, en ocasiones mas cercanas a la abstracción que a la figuración. Eso es debido a que su estilo se mueve en esas dos vertientes figurativa y abstracta, mas marcada en las obras de su última etapa, en las que el color es el elemento principal y el tema, el pretexto para desarrollar toda una teoría que describe al hombre. Ese hombre, el individuo es el tema de sus lienzos. Un tema clásico pero en el que busca innovar, es una artista antiacademicista pero sin romper con la tradición. Individuos en ocasiones anónimos, en otras conocidos como artistas, científicos, hombres de fé como el Papa Benedicto XVI o el Cardenal Cisneros, consejero, confesor de la reina Católica y también Inquisidor. En éste último caso Álvaro Delgado "fabula" en torno a dos aspectos del hombre: su retrato psicológico, mediante los rasgos personalizados de sus rostro, y su dimensión como Cardenal e Inquisidor, a través de un potente color rojo de la capa que le identifica como Cardenal y que se convierte en protagonista del lienzo, recordándonos "El Expolio" de El Greco. Este recuerdo no es casual ya que en su etapa de formación junto a Benjamín Palencia del que toma el gusto por el paisaje, en la Segunda Escuela de Vallecas, también aprende la libertad expresiva de la obra del griego de Toledo. Delgado deforma y alarga los elementos que forman la obra y en el caso de los retratos esas exageraciones y distorsiones hacen que les veamos como caricaturas, como el retrato dedicado a Dalí. Recomiendo "Picasso con gato" ya que aunque tiene su sello personal pero también muchos guiños a Picasso, a su obra y a su estilo.
"Stalin" (2010)
El de "Stalin", donde a mi juicio, le caracteriza no a través de un retrato fisionómico, ni psicológico sino a través de los elementos que le caracterizaron, un objeto que siempre le acompañaba (una pipa) aunque queda un poco diluido en el fondo rojo, fondo que también es descriptivo de quien fue Stalin y que sería el otro elemento identificador de éste gobernante. Delgado busca que esos personajes aparezcan en su entorno pero no  a través de un fondo que les ubique, sino de esos elementos que les caracterizan, en el caso, por ejemplo, de la esposa de Pelayo,  el nombre es real pero los rasgos nos remiten a la época medieval situándolos más o menos en el momento en que vivió.
Pero no sólo juega, compone y comunica a través del color, también lo hace con las calidades, las diferentes técnicas o más bien una sola, el óleo pero aplicado en diferentes soportes. 

Sus vivencias durante la Guerra Civil o sus estancias en Navia (Asturias) y La Olmeda ( Madrid) en los años 50 y 60 respectivamente, también dejarán huella en sus obras de paisaje, al cual llega a través de Benjamín Palencia, y su pertenencia a la Escuela de Vallecas, como antes he dicho. El paisaje, otro tema tradicional, pero tratado de forma innovadora. Es un paisaje concebido como escenarios de vivencias, de las suyas y de los hombres que los habitan, por lo tanto tienen un carácter existencialista ya que vemos la huella de todos ellos, pero es subjetivo ya que a través de los ritmos y del color nos dan la visión del artista que los ha concebido. En los paisajes es donde más se aprecia la técnica cubista.
"Navia" (2008)

Su obra también se inscribe dentro del Cubismo, que conoció a través de uno de sus primeros maestros Daniel Vázquez Díaz. Mezcla dos estilos vanguardistas que buscaron romper con las normas, con los convencionalismos de la perspectiva y del color. Su obra conjuga perfectamente los elementos más característicos de ambos movimientos pero con un sentido contemporáneo ya que el tema, sobre todo cuando habla de individuos, es un tema actualizado, revisado.

Y ahora nos toca hablar de otro tema importante de la exposición, el montaje, determinante a la hora de dar significado a la obra. Es cierto que las obras en general tienen contenido por sí mismas, pero el montaje museográfico termina de contextualizar el discurso. Esta sala como espacio es maravillosa porque tiene dos partes que se pueden independizar sin separarlas y por lo tanto crear ambientes y espacios, algo importantísimo a la hora de contar cosas, no es lo mismo hablar de paisaje, retratos de distinto signo, acabado y significado o desnudos. Cada grupo necesita colocarse de tal manera que nos sugiera, que nos cuente cosas, que nos trasmita la idea del artista. Y en ocasiones, por desgracia las más de las veces y sobre todo en ciudades pequeñas, se olvidan de crear el ambiente adecuado a cada tipo de exposición, de artista, de temática...Lo de colgar lienzos en las columnas no es atractivo ni llamativo, rompe con la estética de una exposición y sobre todo con un recorrido coherente.


"Cardenal Cisneros y dos personajes" (2015)
Información práctica:

Sala Municipal de Exposiciones del Palacio de Pimentel
De martes a domingo de 12 a 14  y de 19:00 a 21:00 h.
Hasta el 30 de septiembre.

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"El arte tiene la bonita costumbre de echar a perder todas las teorías artísticas" (Marcel Duchamp)